Des de l'AVV del Barri
Gòtic volem convidar-vos a aquest taller centrat en un dels
problemes endèmics que patim, el soroll lligat a l'oci nocturn.
Totes som conscients del
malestar i els problemes de son, nervis i problemes de salut que
aquest fenomen genera, i sabem també que està molt lligat a la
tematització del barri com a zona d'oci nocturn i a la turistització
de tot el teixit comercial i de restauració.
Us convidem doncs a aquest
taller en què volem parlar sobre soroll i oci nocturn, però volem
sobretot pensar en solucions o vies de solució des d'allò
col·lectiu.
Us esperem el divendres 26 d'abril a les 18:30 al Borsí, C/ Avinyó 23.
El ocio nocturno
influye totalmente en el ruido nocturno. Si se continúadando licencias para
discotecas, bares con barra y asientos situados en la calle, es imposible que
no haya ruido.
Esto es algo que
se viene reivindicando desde hace años pero en la practica continúan abriendo
locales de este tipo, que generan grupos ruidosos en las calles sin ningún
control.
La respuesta de
ayudas para ventanas puede parecer cuanto irónica. En cuanto los grupos de
ruido callejero, su control es cometido la Guàrdia Urbana;
lejos de pedir un estado policial, y teniendo en cuenta las inercias del
barrio, simplemente deseamos poder vivir en el dentro en unas condiciones
aceptables.
Se trata de
potenciar comportamientos respetuosos y sancionar los que no lo sean. Ademas de
la GUB, deberían
tener mayor capacidad de incidencia los agentes cívicos, cuya actuación pasa
desapercibida. En buena medida, por su papel testimonial y no sancionador.
A pesar de las
diferentes acciones llevadas a cabo, el ruido nocturno no ha disminuido, más
bien al contrario. En ello influye también la proliferación de terrazas y la
falta de respeto a los horarios de cierre.
Estamos hablando
de un barrio de calles estrechas donde el ruido se amplifica, cosa que lejos de
llevar a un mayor control parece provoca una indiferencia en que todo esta
permitido.
La sensación
entre las vecinas y vecinos es de total abandono.
Diferentes
estudios cientíricos demuestran que el ruido excesivo genera no solo molestia
sino enfermedad. Y la preservación de la salud es cometido de la administración
correspondiente.
Ante el ruido
nocturno no hay forma de actuar individualmente - como no sea, presa de la
desesperación, empezar a tirar agua en el mejor de los casos. Ello se debe en
parte a que lo único que puede hacer el vecino es llamar a la GUB, cosa que NO FUNCIONA. La
atencion a la vecinas, las respuestas y la abundancia de actuaciones
negligentes e incluso arbitrarias indican que la atención al vecino por parte
de laGUB sigue sin resolverse .
Aquí tenemos la
tormenta perfecta: discotecas y locales de todo tipo, principalmente de uso
turístico, sin control de ruido ni hora de cierre; en las calles , despedidas
de soltero, pisos turísticos, captadores etc.... junto con un servicio público
de atención al vecino (GUB) que ni atiende ni funciona.
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